El dinero de Galicia ¿A donde va?
01/02/2013
Publicamos a continuación la respuesta que una personalidd de tanto relieve y tan conocedora de los problemas económicos de Galicia como D. Valentín Paz-Andrade nos envía a nuestra encuesta, sobre la aplicación del dinero gallego.
Faro de Vigo, 30 de outubro de 1962
La ejecución de cualquier programa de desarrollo regional nos enfrenta con otro problema. Un problema de ventanillas adentro, encubierto, pero enervador. El problema de la deserción del dinero. Especialmente de aquel cuyo destino preferente, en razón al origen debiera ser formación de capital industrial “in situ”.
Tanto las regiones subdesarrolladas como las deprimidas, padecen anemia crónica de este factor productivo. El fenómeno arranca de la insuficiente tasa local de ahorro, pero tiene más extensas implicaciones.
Una parte del volumen de ingresos sustraído al consumo, tiende a quedar adormecido en cuentas y cartillas, en vez de fluir directamente hacia la apertura de nuevos campos de trabajo. La siesta es sólo aparente, porque el ahorro alimentado con los saldos acreedores deriva silenciosamente hacia la banca de negocios. Por este canal misivo, el dinero se aparta de la reinversión intraregional, y fluye hacia las reinversiones extraregionales más atractivas.
A consecuencia de semejante desviación, el dinero ahorrado fluye hacia otras tierras donde contribuye a crear nuevas fuentes de ocupación mientras la tierra propia se despuebla bajo el azote del paro encubierto.
“El sistema bancario -ha escrito Myrdal- tiende a transformarse en instrumento que absorbe los ahorros de las regiones pobres, hacia las más ricas y progresivas, donde los rendimientos de capital son altos y seguros (1). En parecidos términos ha formulado un diagnóstico coincidente, referirdo a las regiones agrícolas el economista John A. Pincus, de la Agencia Europea de Producividad (2).
No se sustraen a la corriente descapitalizadora, las reservas acumuladas en las cajas de ahorros estatales, provinciales o municipales. La mediatización administrativa a que vienen sometidas, en virtud de su régimen legal, obliga a la conversión de la mayor parte de sus depósitos en valores del Estado o en títulos emitidos por las empresas del INI
Pocos ignoran hoy que este fenómeno reviste caracteres agudos en la economía de Galicia, salvo en el sector pesquero. Desde la década de los años veinte, los negocios de la mar se hallan globlamente en fase de crecimiento acelerado en algunas ramas. El acceso al crédito institucional, bajo interés y largo plazo, ha contribuído a la expansión y a la reinversión consecutiva del ahorro empresarial dentro de la misma órbita.
En los restantes sectores, singularmente en el agrícola, el fenómeno descapitalizador se intensifica más cada día. Especialmente, desde que la explotación de las fuerzas hidroeléctricas adquirieron el auge espectacular que conocemos, dado que la mayor parte de la energía producida ha de consumirse fuera del país.
En el programa de desarrollo regional, uno de los objetivos principales debe cifrarse en la necesidad de invertir el rumbo de los flujos de finiciación. Comenzando, naturalmente, por el rescate de los ahorros evadidos.
1 Gunnar Myrdal: “Teoría económica y regiones subdesarrolladas”. Fondo Cultural Económico -México 1959.
2 En la Conferencia del “Estudio sobre problemas del desarrollo económico”, en Gellagio, Italia 1960